El ministro marroquí de Exteriores, Mohamed Benaisa, acusó ayer al Gobierno español de actuar como "juez y parte" en los debates que sobre el conflicto del Sáhara han tenido lugar en la ONU. España, manifestó, "nos ha sorprendido con una postura contraria a los intereses de Marruecos, e incluso a los intereses españoles en nuestro país". Benaisa lamentó que su homóloga Ana Palacio no haya cumplido su promesa de mantener "una posición imparcial", y dijo que las relaciones se verán afectadas.