El PP trasladó ayer a España el debate suscitado en Francia por la decisión del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de expulsar a colectivos de gitanos rumanos de Francia. En Melilla, Mariano Rajoy mostró su "respeto" por la actuación de Sarkozy: "Estoy absolutamente convencido de que el Gobierno francés hizo esto dentro de la ley. Respeto la decisión, que tiene un apoyo mayoritario". Mezclando las cosas, porque el caso francés no atañe a la inmigración --los rumanos son ciudadanos de la UE--, Rajoy ligó la mano dura de Sarkozy con la gestión del fenómeno migratorio: "Lo más importante es el orden, el control, la ley y una política europea". Y con sus palabras dio vía libre al PP catalán a explotar el tema. Porque el partido que lidera Alicia Sánchez-Camacho ha invitado a una eurodiputada de la UMP, fuerza política de Sarkozy, a visitar hoy barrios de Badalona (Barcelona) donde viven colectivos gitanos rumanos.

La inmigración siempre entra en campaña, y en las filas populares no falta quien gusta de asociar el fenómeno migratorio con un riesgo. Pero si alguien destaca en ello, si alguien ha hecho de esta cuestión la base de su carrera política, ese es el líder del PP en Badalona, Xavier Garcia Albiol, que hoy tendrá su día grande: se le podrá ver por la tele paseando a Marie-Thérèse Sanchez- Schmid, eurodiputada de la UMP, por barrios barrios de la localidad, donde viven gitanos rumanos. Albiol ha sustentado su progresión en votos en la denuncia de que algunos inmigrantes, y en particular los gitanos rumanos, dificultan la convivencia y se dedican mayoritariamente a delinquir.

EL PPC Y LA PRECAMPAÑA A la cita acudirán también el eurodiputado del PP Santiago Fisas y la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, quien defendió el derecho a hablar de inmigración: "Es una de las preocupaciones de los catalanes. El PP habla muy claro y sin complejos de inmigración". El PPC, desaparecido en una precampaña catalana en la que el independentismo y su futuro se lleva la parte del león de la atención, sabe que el de los foráneos es un campo en el que suele puntuar.

No solo Rajoy habló ayer de las expulsiones. En Bruselas, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió que no se "prejuzgue" a Sarkozy y reclamó paciencia para esperar a que la Comisión Europea investigue y dictamine si Francia ha vulnerado el derecho comunitario. Zapatero demostró la buena relación que mantiene con Sarkozy --intensa especialmente en el campo de la lucha contra ETA-- e insistió en que este tiene "argumentos" para defender las expulsiones.

Zapatero recordó que España "en alguna ocasión" ha tenido asentamientos irregulares y que su Ejecutivo ordenó su desmantelamiento. "Hay que intentar que no se produzcan. Otra cosa es cómo se producen las devoluciones, si hay amparo legal, si se respetan las directivas comunitarias y el principio de libre circulación. Eso se debe analizar".

El tema llegará al Congreso de los Diputados: ERC presentó una iniciativa en favor de los gitanos en la UE.