El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, afirma que el proceso de transición en Afganistán se iniciará "a comienzos del próximo año" aunque no significará el final del compromiso de la Alianza con ese país.

Rasmussen ha hecho esta declaración en el inicio de una cumbre de los países con soldados en Afganistán que aprobará el esquema de la salida de esas tropas, y la justifica porque ese país asiático es de "importancia estratégica global".

El proceso se iniciará en 2011 con la entrega del control de la seguridad a manos afganas en los distritos más seguros del país, lo que permitirá comenzar la retirada progresiva de los 131.000 soldados extranjeros.

La OTAN prevé concluir esta transferencia para finales de 2014, si bien advierte de que para entonces todavía seguirá habiendo fuerzas internacionales en territorio afgano, aunque en un papel de apoyo y formación y no de combate. Además, la Alianza y Afganistán anunciarán hoy un acuerdo de cooperación a largo plazo que irá "más allá del final de nuestra misión de combate", añadió el secretario general.

"HASTA CONCLUIR EL TRABAJO"

"Si los enemigos de Afganistán están esperando a que nos vayamos, están equivocados. Estaremos todo el tiempo necesario hasta concluir el trabajo", advirtió Rasmussen.

El responsable aliado recordó que las fuerzas internacionales han hecho "enormes sacrificios" en la lucha contra el terrorismo. Asisten a esta reunión los 48 países con tropas en Afganistán; el propio presidente afgano, Hamid Karzai; el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon; los principales dirigentes de la Unión Europea y el presidente del Banco Mundial.