Ciudad del Vaticano.-- Ciudad del Vaticano.-- El cardenal protodiácono, Jorge Arturo Medina Estévez, ha anunciado que Joseph Ratzinger es el nuevo pontífice de la Igelsia católica.

Los 115 cardenales encerrados en cónclave para elegir al sucesor de Juan Pablo II han alcanzado esta tarde un acuerdo que permite nombrar un nuevo papa de la Iglesia católica. Uno de los candidatos de la votación --cuyo nombre se conocerá en breve-- ha obtenido al menos los 77 votos (dos tercios más uno) necesarios para ser proclamado pontífice.

Así lo muestra el humo blanco que ha salido a las 17.50 horas de la chimenea de la Capilla Sixtina, lugar del cónclave, y el repique de campanas de la Basílica de San Pedro, tal y como se había establecido para evitar que un color dudoso de la humareda llevara a error respecto al resultado de las votaciones.

26 horas de cónclave

La elección del nuevo papa sólo se ha demorado 26 horas desde el inicio del cónclave y han bastado cuatro votaciones, las mismas que se llevaron a cabo para escoger a Juan Pablo II y una más que en el caso de Pío XII.

La rapidez en la elección mantiene la tónica de los últimos decenios, en los que no se han superado las 11 votaciones.

Pío XII fue elegido con tres votaciones y en apenas 24 horas; Juan Pablo I, con cuatro; Pablo VI, con cinco; Juan Pablo II, con ocho, y Juan XXIII, con once.

Tras la fumata, el nombre del 265 Pontífice de la historia de la Iglesia se dará a conocer en unos 45 minutos, cuando el cardenal protodiácono de la Iglesia de Roma, el chileno Jorge Arturo Medina Estévez, lo anuncie a la ciudad de Roma y al mundo entero.

Precedido de dos fumatas negras

La elección del nuevo pontífice ha estado precedida de dos fumatas negras, una ayer por la tarde (tras la primera votación) y otras esta mañana (tras una segunda ronda de dos votaciones). Ello significaba que los cardenales reunidos en el cónclave no alcanzaron la mayoría necesaria para elegir al nuevo papa.

En la Capilla Sixtina no se discute ni se pacta y únicamente se vota, y las posibles conversaciones y acuerdos se toman después en las comidas o en las reuniones en la casa de Santa Marta. Los analistas de temas Vaticanos continúan hablando de dos corrientes a la hora de elegir al papa, la progresista del cardenal Carlo Maria Martini y la conservadora del cardenal decano, Joseph Ratzinger.

Este enfrentamiento entre las dos corrientes obligaría a los purpurados a buscar una alternativa que gustase a todos y en estas primeras votaciones se intentaría encontrar a la persona que la pudiera encarnar, como ya ocurrió en el caso de Karol Wojtyla.