El presidente cubano, Raúl Castro, aseguró ayer domingo que Cuba no cederá "jamás al chantaje" de Estados Unidos y de la Unión Europea, a los que acusó de estar llevando a cabo una "descomunal campaña de descrédito" contra la isla a raíz de la muerte de Orlando Zapata Tamayo y de la huelga de hambre iniciada por el periodista opositor Guillermo Fariñas.

En su discurso durante la clausura del IX Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, Castro denunció que en la actualidad está en curso "una descomunal campaña de descrédito contra Cuba, organizada, dirigida y financiada desde los centros del poder imperial en Estados Unidos y Europa, enarbolando hipócritamente las banderas de los derechos humanos".

En su opinión, "se ha manipulado con cinismo y desfachatez" la muerte de Zapata, al que describió como "sancionado a privación de libertad en 14 causas por delitos comunes", pero que se ha convertido "por obra y gracia de la mentira repetida y el afán de recibir apoyo económico desde el exterior en un 'disidente político'".

"DEMANDAS ABSURDAS" DE ZAPATA

Según el presidente cubano, su muerte, tras 85 días de huelga de hambre "con demandas absurdas", se produjo "a pesar de los esfuerzos de nuestros médicos" y tuvo como "únicos beneficiarios (...) a los mismos que hoy estimulan a otro individuo a continuar en actitud similar de chantaje inaceptable", en referencia a Fariñas.

En cuanto al periodista disidente, aseguró que "se está haciendo lo posible por salvarle la vida, pero si no modifica su actitud autodestructiva, será responsable, junto a sus patrocinadores, del desenlace que tampoco deseamos", advirtió.

Según Castro, hay "un doble rasero" de los países europeos que "guardan cómplice silencio frente a las torturas en la llamada guerra contra el terrorismo" e incluso permitieron el uso de sus territorios en los llamados vuelos de la CIA.