Sin uniforme militar, Raúl Castro presidió en la madrugada de ayer (hora española) la primera sesión del Parlamento cubano junto a una silla vacía, la de su hermano Fidel, a quien sustituyó en febrero como jefe del Estado. El nuevo presidente abordó una compleja sesión parlamentaria en la que, sin grandes sorpresas sobre lo esperado, advirtió a los cubanos de que deben estar preparados para una situación económica difícil, "inevitablemente vinculada a la crisis existente hoy en el mundo, la cual puede incluso agravarse", y que requerirá sacrificios. "Es mi deber expresarlo con franqueza, pues no sería ético crear falsas expectativas. Decir lo contrario sería engañarlos", añadió. El discurso de Castro recibió por anticipado el visto bueno de Fidel, quien le dijo: "Está perfecto".

Castro dejó claro que el alza del petróleo y los alimentos afectarán aún más en Cuba, que depende en gran medida de las importaciones, lo que refuerza la necesidad de aumentar la producción agrícola propia. En esta línea, los diputados estudiaron un proyecto de ley para elevar en cinco años la edad de jubilación en respuesta al rápido envejecimiento de la población. "Es un nuevo paso, de los muchos que habrá que dar, en el establecimiento de normas y mecanismos dirigidos a que el salario recupere su papel", dijo Castro.

JUBILACION El anteproyecto, que se debatirá entre los trabajadores, prevé ampliar la edad de jubilación para las mujeres de 55 a 60 años y para los hombres de 60 a 65, y extiende de 25 a 30 años los años mínimos de servicio para cobrar la jubilación.

Paralelamente, el camino de reformas iniciado sigue su curso. No caben dudas de que el aparato ideológico se está desmontando en favor de un nuevo realismo. Castro reconoció ayer que la situación económica del país impide aumentar rápidamente los sueldos, una de las principales demandas de los cubanos, pero por primera vez habló de asociar los salarios a la productividad del trabajador y de la legalización del pluriempleo.

CONTRA LOS VAGOS" "Igualdad no es igualitarismo. Este, en última instancia, es también una forma de explotación: la del buen trabajador por el que no lo es, o peor aún por el vago", dijo. "Socialismo significa justicia social e igualdad, pero igualdad de derechos y de oportunidades, no de ingresos", y anunció que eliminará subsidios y aplicará un sistema de impuestos.

Tras asumir la presidencia el 24 de febrero, Raúl Castro ha descentralizado la producción agrícola y ha ofrecido más tierras a los campesinos, además de emprender algunas reformas para elevar la calidad de vida de los cubanos.