La ruptura de negociaciones de tres grupos palestinos, entre ellos Hamas, con el Gobierno palestino, no conducirá a nada. Hay esperanza de que el conflicto de Oriente Próximo se resuelva. Si la promesa de un Estado palestino se cumple, un horizonte nuevo se abre para millones de personas que han vivido en la miseria y el terror. Esto puede lograrse únicamente, guste o no, por imposición de Estados Unidos. Oponerse por razones ideológicas difícilmente justificables cuando está en juego la vida de tanta gente es mantener una actitud suicida que nada puede explicar excepto intereses grupales.