La mujer catalana de 28 años pasajera del vuelo de Air France que, entre Río de Janeiro y París, desapareció en medio del Atlántico, se había casado el pasado 6 de mayo con el madrileño Javier Alvarez Quero, de 38 años. Tras dos semanas de luna de miel en Brasil, el lunes se despidieron en el aeropuerto. Anna Negra volaba a París para enlazar con otro vuelo a Barcelona, donde apuraría sus últimos días de vacaciones con su familia, y él, a Dubái, donde tienen fijada su residencia y su puesto de trabajo. La familia de la joven tiene vínculos directos con la familia de viticultores Raventós. "Era una mujer muy alegre y llena de vida". Así resumía ayer Isabel Negra, la tía de Anna, el dulce momento que atravesaba su sobrina.