La antorcha olímpica completó hoy su recorrido en el corazón de Nueva Delhi rodeada de un dispositivo de seguridad de unos 15.000 agentes, mientras que miles de manifestantes pro Tíbet llevaron a cabo protestas en otros puntos de la ciudad y unos cien activistas fueron arrestados en todo el país. La llama olímpica fue transportada en apenas media hora desde el Palacio Presidencial hasta la Puerta de la India, conectadas por la gran avenida de Rajpath, donde 70 personalidades, entre ellos deportistas y celebridades del cine indio, se relevaron para portar la antorcha.

El pebetero fue encendido ante el monumental arco de la Puerta de la India entre grandes banderas chinas y la ceremonia concluyó sin más dilación. Varios grupos de tibetanos que intentaron romper el cordón policial que impedía el acceso a la avenida fueron detenidos. También fueron arrestados unos 60 activistas en varios actos de protesta en Nueva Delhi, y otros 30 ante el consulado chino de la ciudad occidental de Bombay, según fuentes policiales citadas por las agencias indias.

Los activistas organizaron antes de la ceremonia oficial un recorrido alternativo con una antorcha "propia" que portaron desde el memorial de Rajghat, donde fue incinerado el padre de la nación india, Mohandas Gandhi, hasta el complejo de Jantar Mantar, epicentro de las protestas en los últimos días. "El relevo oficial tiene poco espíritu olímpico porque está siendo organizado bajo extremas medidas de seguridad. Así que decidimos revivir el espíritu olímpico con un recorrido paralelo", dijo el portavoz del Comité de Solidaridad Tibetano, Tseten Norbu.

Unos 5.000 tibetanos participaron en este relevo paralelo, entre los que también había monjes budistas, estudiantes, mujeres, niños y personalidades como el ex ministro indio George Fernandes, el diputado Ramdas Athavale o el líder religioso hindú Swami Agnivesh. "El Dalai Lama es el Gandhi de nuestro tiempo", comparó Agnivesh en el Jantar Mantar.

En este complejo, rodeado por un fuerte dispositivo de seguridad, se aglomeraron cientos de tibetanos, muchos de ellos sentados en grandes grupos con pancartas contra China y otros gritando eslóganes como "Tíbet libre" y "Vete Hu Jintao", en alusión al presidente chino. Un portavoz del Comité de Solidaridad Tibetano presente en la ceremonia paralela aseguró que iban a intentar llevar a cabo algún tipo de protesta en la Puerta de la India, donde finalizó el relevo de la antorcha olímpica, pero las medidas de seguridad se lo impidieron.

Aunque algunos estudiantes indios también se unieron a las protestas esporádicas pro Tíbet, la mayoría de delhíes parecían más molestos por los problemas de circulación ocasionados por las medidas de seguridad que pendientes de las reivindicaciones tibetanas.

Por su lado, las celebridades del mundo del deporte y de Bollywood (industria del cine indio) se han mostrado divididas sobre el debate abierto en torno a la llegada de la llama olímpica a Nueva Delhi. Mientras que los actores Amir Khan y Saif Alí Khan (ambos musulmanes) han participado en el relevo, el famoso jugador de críquet Sachin Tendulkar se negó a acudir a la ceremonia alegando problemas físicos.

Quienes sí se han negado a portar la llama olímpica criticando abiertamente a las autoridades chinas son la estrella india de fútbol y capitán del equipo nacional, Baichung Bhutia, y la primera mujer que desempeñó el cargo de agente de Policía en la India, Kiran Bedi.

El Gobierno indio, que está intentando mantener buenas relaciones diplomáticas con Pekín, se mostró desde el principio muy cauto con las protestas tibetanas contra China en la India y decidió acortar (de 9 a 3 kilómetros) el recorrido de la llama olímpica en Nueva Delhi en un intento de minimizar los incidentes. Tras llegar esta madrugada a la India procedente de Islamabad, la antorcha saldrá hoy en avión hacia Bangkok, donde está previsto el próximo relevo.

En la India residen unos 130.000 refugiados tibetanos y su líder espiritual, el Dalai Lama, que vive en el exilio en la localidad de Dharamsala, en las estribaciones del Himalaya.