El reformador Mohamed Jatami anunció ayer su intención de presentarse como candidato a las elecciones presidenciales de Irán, previstas para el 12 de junio. Jatami ya ocupó la presidencia durante ocho años, del 1997 al 2005. Después le sucedió el actual presidente, el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad.

Jatami, que representa al sector religioso más moderado y aperturista del régimen iraní, dijo que esperaba que las elecciones fueran "libres". También afirmó que de ser elegido intentaría "tomar las medidas necesarias para borrar los problemas de la gente". El drástico descenso del precio del petróleo, principal fuente de ingresos de Irán, está afectando a la vasta política económica de subsidios desarrollada por Ahmadineyad.

REFORMAS SIN EXITO Durante los ocho años que presidió el país, Jatamí intentó sin éxito introducir reformas que aligerasen las estrictas normas sociales impuestas por el sector más conservador. Muchos de los que le apoyaron entonces, sobre todo jóvenes, le echaron en cara no haberse enfrentado con más contundencia a los inmovilistas. También le han recriminado sus escasas y tímidas críticas a la política económica y social del actual presidente Ahmadineyad.

En el plano externo, Jatami mantuvo en general buenas relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea, incluso con los países del Golfo Pérsico, de confesión suní. Su anuncio de candidatura coincide con el cambio de rumbo en la política exterior estadounidense y el propósito de la Casa Blanca de dialogar con Irán sobre el programa nuclear.

Jatami es la segunda personalidad política que anuncia oficialmente su candidatura. Hace unos días lo hizo otro reformador, el expresidente del Parlamento, Mehdi Karrubi. Ahora falta que el Consejo de Guardianes acepte a ambos aspirantes. Parece que nadie duda de que Ahmadineyad optará a renovar su mandato cuatro años más.