Mehdi Karrubi, uno de los dos candidatos reformistas que compitieron en las elecciones presidenciales del 12 de junio, asegura que algunos de los jóvenes manifestantes detenidos en las protestas desatadas tras la cuestionada reelección de Mahmud Ahmadineyad han sido violados, tanto en el caso de hombres como de mujeres.

"Algunas de las personas detenidas han afirmado que mujeres jóvenes fueron salvajemente violadas. Algunos hombres jóvenes han sido también salvajemente violados ... y sufren desde entonces depresión y graves problemas psicológicos y físicos". Esta afirmación figura en una carta que Karrubi dirigió el pasado 29 de julio al expresidente Akbar Hachemi Rafsanyani, que ahora preside el Consejo de Discernimiento y la Asamblea de Expertos, dos de los órganos del complejo entramado institucional del régimen iraní.

Karrubi había advertido a los destinatarios de la carta que la haría pública si no recibía una respuesta en un plazo de 10 días. El dirigente reformista publicó la misiva el domingo en su web, pero fue retirada poco después.

El presidente del Parlamento, Ali Lariyani, declaró, según la agencia Isna, que la "veracidad" de estas acusaciones debe ser establecida y que esperará las conclusiones de la comisión de la Cámara encargada de investigar la situación de los detenidos.

CARCEL CERRADA Las autoridades iranís han reconocido que varios detenidos han fallecido en la cárcel, pero afirman que las muertes se debieron a un virus. El mes pasado, el líder supremo, el ayatolá Jamenei, ordenó el cierre de la prisión de Kahrizak, donde estaban encarcelados muchos de los detenidos en las manifestaciones de protesta.

La situación interna en Irán sigue siendo de gran tensión. Rafsanyani no dirigirá este viernes el rezo colectivo en la principal mezquita de Teherán, como le hubiera correspondido, "para evitar posibles enfrentamientos". Rafsanyani es una de las cuatro personalidades político- religiosas que dirigen alternativamente los rezos de los viernes. En el sermón del pasado 17 de julio, Rafsanyani puso en evidencia las divisiones en el régimen al cuestionar públicamente, por primera vez, la legitimidad de la elección de Ahmadineyad.

El frente exterior no está menos cargado de tensión. Un destacado parlamentario conservador iraní afirmó ayer que la entrada ilegal en Irán de tres ciudadanos estadounidenses que, al parecer, se perdieron cuando realizaban senderismo en el Kurdistán iraquí, está vinculada con las protestas de los opositores.

Los dos juicios masivos en los que más de 100 personas supuestamente implicadas en la revuelta se sientan en el banquillo es también fuente de tensión con Occidente. Entre los imputados figuran una ciudadana francesa y dos iranís empleados en las embajadas británica y francesa, a quienes se acusa de espiar y participar en un complot occidental para derribar al régimen teocrático. EEUU y la Unión Europea (UE) han calificado estos juicios de "farsa".