LONDRES. Un refugiado iraní se ha cosido sus ojos, boca y oídos y está en huelga de hambre desde hace una semana para protestar contra la decisión del Gobierno británico de apelar contra un fallo judicial que le había concedido el asilo de Gran Bretaña. Abas Amini es un militante comunista de 33 años que reside desde hace 2 en Nottingham, adonde llegó por miedo a ser ejecutado.