El ataque terrorista contra los asistentes a un concierto de pop en Manchester que causó 22 muertos el pasado mayo podría haberse evitado si los servicios de seguridad hubieran respondido de forma diferente a los informes de inteligencia realizados meses antes del ataque, según un informe gubernamental británico.

Salman Abedi, un británico de 22 años de padres libios, se hizo estallar al final del 'show' de la cantante estadounidense Ariana Grande, en lo que fue el atentado más mortífero en el Reino Unido en los últimos 12 años. Entre las víctimas se contaron siete menores.

Un informe oficial encargado a David Anderson, antiguo crítico de la legislación antiterrorista, descubrió que los servicios de seguridad recibieron dos notas de información sobre el terrorista a principios de año.

El informe señaló que los servicios de seguridad no consideró que esta información tuviera relación con el terrorismo en ese momento, pero ahora afirma que era "altamente relevante".

Revisión de cuatro ataques

"Es concebible que el ataque de Manchester en particular podría haberse evitado si las cartas hubieran caído de manera diferente", señala el informe.

La revelación ha tenido lugar tras una revisión de la actuación de los servicios de seguridad en cuatro ataques en Londres y Manchester que se produjeron entre marzo y junio y que dejaron 36 víctimas inocentes. Tres de los seis atacantes eran conocidos de los servicios de seguridad, pero solo una persona estaba bajo investigación activa, indica el informe.