Un mes después del maremoto que devastó la costa de la isla indonesia de Sumatra, la ayuda humanitaria continúa llegando a los afectados de forma "caótica", según un informe elaborado por responsables de las agencias humanitarias, del Gobierno y del Ejército de Indonesia.

El documento pone de relieve "la ausencia permanente de una respuesta sistemática a las múltiples necesidades de la población" y pide que las ONG locales e internacionales "se coordinen mejor a fin de que sus esfuerzos apoyen el sistema primario de sanidad y otros sectores esenciales", informa France Presse.

La semana pasada, en declaraciones a este diario, el director general de Médicos sin Fronteras (MSF), Sergio Vila- Sanjuán, ya advirtió de que la "abrumadora respuesta" de la comunidad internacional al desastre estaba mermando la eficacia de la ayuda, y recordó que la prioridad debía ser ahora el acceso a las zonas más aisladas, donde los alimentos y los cuidados sanitarios han ido llegando con cuentagotas.

El número de muertos y desaparecidos por el maremoto en Indonesia se eleva a 230.261. Bo Asplund, coordinador de la misión humanitaria de la ONU en Indonesia, subrayó ayer que "existen numerosas comunidades aisladas, pequeños pueblos de la costa oeste de la provincia de Aceh donde los afectados construyen campos en las colinas y no tienen un acceso completo a los servicios de Banda Aceh y Meulaboh.

TRASTORNOS PSICOLOGICOS Al margen de los centenares de miles de desplazados, lo que sí es seguro es que una parte importante de los supervivientes sufrirán transtornos psicológicos a largo plazo, según el subdirector general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Jack Chow. "Estas enfermedades pueden no manifestarse de inmediato, sino en los próximos meses o años", declaró Eigil Sorensen, enviado especial de la OMS a Indonesia.