Menos producción y deseos de que Bolivia vuelva a la normalidad. Esa es la estrategia adoptada por Repsol YPF, uno de los grandes inversores en el país, ante las protestas para nacionalizar las reservas de hidrocarburos con las que cuenta ese país.

La petrolera ha rebajado en 3.500 barriles de petróleo diarios su producción "tras los recientes acontecimientos", que se han traducido en la invasión de campos de producción, entre ellos alguno de Repsol. La medida supone el 0,3% del total de producción de hidrocarburos de la compañía, pero el 3,2% de la que tiene en el país. Repsol posee en Bolivia campos de gas natural y está en el negocio de los gases licuados (GLP). Bolivia contiene el 26% de las reservas de hidrocarburos (petróleo y gas natural) de Repsol, pero en el 2004 supuso el 1,4% del resultado operativo del grupo. "Ante la situación de Bolivia, Repsol YPF desea expresar su solidaridad con el país y con el pueblo boliviano", manifestó el grupo en un comunicado.

Repsol YPF ha invertido 800 millones de euros y prevé aportar unos 700 millones más hasta el 2009, según el plan de la empresa que preside Antoni Brufau. La compañía ha creado en Bolivia unos 300 empleos directos y generado 3.000 indirectos. También ha pagado unos 490 millones de euros en impuestos al Estado boliviano. La producción gasística de Bolivia se exporta a Brasil y a Argentina.