Un anciano de Sri Lanka fue hallado vivo el sábado bajo los escombros de una ciudad del sur de la isla 13 días después de la ola gigante que devastó la región, según informó ayer el Sunday Times . El hombre, identificado sólo con el nombre de Sirisena, fue hallado semiinconsciente bajo los restos de un comercio. Según el rotativo, el anciano sufría de malnutrición, deshidratación, y presentaba síntomas de principio de neumonía.

Desde hace ya días, los equipos de rescate tan sólo han logrado recuperar cuerpos sin vida en avanzado estado de descomposición a medida que rebuscan entre las montañas de lodo en que se han convertido las ciudades costeras de Sri Lanka.

La imagen del anciano rescatado de entre los escombros ilustra el paulatino retorno a la vida cotidiana de las regiones costeras de Sri Lanka tras el tsunami del pasado 26 de diciembre.

Algunos de ellos se niegan a regresar a sus casas debido a los recuerdos de los seres queridos que allí fallecieron. Sunderam Nadarajah ha descubierto por vez primera lo que quedó de su hogar: cemento y ladrillos en la casa donde perdió a 13 de sus seres queridos, incluyendo a su mujer, su hija, su hijo, su madre y sus hermanas. Ahora tiene que ocuparse de cuatro sobrinas huérfanas. "Ahora quiero plantar cocoteros; quiero ahorrar y comprar un lugar en el que vivir con seguridad", asegura.

En algunas localidades, los pescadores pretenden prohibir la construcción de viviendas entre los límites de la playa y varios centenares de metros tierra adentro. Madhawa Palihapitiya, director de una asociación dedicada al desarrollo, examina los terrenos devastados: "Hay que identificar a los propietarios, comprobar si viven, o sino entregar las tierras a sus descendientes; hay que reconstruir las casas que aún siguen en pie".