"Van a tener que aprender muchas cosas, ellos y la gente del exterior", asegura Jean Romagnoli, el médico que adiestró física y psicológicamente a los mineros para su salida a la superficie. Les augura semanas de adaptación a un mundo diferente al que dejaron. Romagnoli no desconoce el precio de volver a ser una persona normal: vendrán semanas de euforia y, después, un lento aterrizaje que puede deparar sorpresas, a veces desagradables.

El médico explica que los mineros pueden sufrir traumas similares a los que se producen tras un secuestro, que han sido muy estudiados en Colombia y que tienen enormes costes afectivos para las víctimas. El síndrome de Estocolmo hace que una persona privada de libertad desarrolle una relación de complicidad con el captor. En el caso de los 33, la fuerza que los retuvo 70 días combina la impericia empresarial y un derrumbe. Fueron rehenes de un socavón. Allí, en la oscuridad, a 30 grados de temperatura, se transfiguraron. "Sí, puede que algunos hasta echen de menos la mina", dice Romagnoli.

Olegario Hernández, director de la Escuela de Psicología de la Universidad Las Américas, ha recomendado respetar el pozo de silencio en el que es probable que caigan los 33, así como la "natural tendencia a retraerse, a reflexionar" y a buscar "espacios de tranquilidad". Cualquier tentativa de acelerar la recuperación por parte de los familiares, ansiosos por volver a tener a su lado a la persona de antes, puede ser contraproducente. Hernández ya detecta que un peligro añadido se cierne sobre los mineros rescatados: la alta exposición mediática. "Muchos serán bombardeados con ofertas en televisión, incluso podrán hacer carrera. Pero eso va a durar como mucho un mes, y en marzo será un recuerdo", predice también René Ríos, sociólogo de la Universidad Católica.

"La anterior vida de los mineros ya no existe", dice Enrique Chía, psicólogo de la Universidad Católica. La readaptación es una etapa "llena de riesgos". El Gobierno lo sabe y les ha prometido respaldo terapéutico. El ministro de Salud, Jaime Mañalich, garantizó a los mineros al menos seis meses de asistencia gratuita si sufren "momentos de tristeza y depresión".

CONSEJOS ANTE LA PRENSA Antes de que se iniciara el tramo final del rescate, pidieron consejos para afrontar el aluvión periodístico. Alejandro Pino, de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), les impartió clases de oratoria por videoconferencia. "Les expliqué que tienen todo el derecho a no contestar a lo que consideren indiscreto, pero que traten de hacerlo de forma amable", relata.

La historia de los 33 es un bocado muy apetecible para los guionistas de televisión y cine. Han sido 70 días de dramatismo, melodrama, peligro y suspense. Los protagonistas han acordado que solo hablarán en público a título personal. Lo que le ocurrió a un compañero de infortunio, lo que pudo pasar en el grupo --desacuerdos e incluso peleas--, quedará bajo siete llaves. Al menos hasta que aparezca un productor de Hollywood que los convenza de lo contrario.