El soldado indio, que fue declarado muerto, ha sido rescatado bajo una capa de ocho metros de nieve seis días después de que una avalancha azotara a su regimiento en la región del Kashmir.

Los equipos de rescate desenterraron a Naik Hanamanthappa en el Glaciar de Siachen, uno de los lugares más inhóspitos del planeta que se encuentra a una altitud de 6.000 metros, y que fue motivo de guerras entre India y Pakistán durante casi tres décadas.

"Esperemos que el milagro continúe, rezad con nosotros" pedía el comandante del ejército indio D. S. Hooda que sigue buscando a otros diez soldados desaparecidos en la misma avalancha, y es que el día después de la catástrofe el primer ministro indio, Narendra Modi, ofreció sus condolencias a las familias de los soldados considerados muertos tras un corto periodo en el que se consideraron posibilidades remotas de encontrarlos con vida.

CLIMA FATAL

En el glaciar de Siachen en el rango de Karakorum, miles de soldados de tropas indias y paquistaníes tratan de dominar un área por encima de los 6.096 metros de altitud en la que deben lidiar con el mal de altura, fuertes vientos, congelación y temperaturas tan bajas como -60 grados. El clima inhóspito y el terreno propenso a avalanchas se han cobrado más vidas que los propios disparos.