"Ariel Sharon vuelve al Sinaí, esta vez sin tanque", escribía hace unos días un articulista del diario israelí Yedioth Ahronoth sobre la cumbre que hoy celebrarán en el balneario egipcio de Sharm al Sheij el primer ministro israelí, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbás (alias Abú Mazen ), el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el rey Abdalá de Jordania. En efecto, Sharon regresa al Sinaí en avión oficial para hablar de treguas pero, sobre todo, para la tarea casi etérea de capturar el optimismo en una foto.

Porque de eso se trata esta cumbre para la que ayer los trabajadores egipcios acicalaban el Hotel Movenpick-Golf --gran mesa circular, cuatro grandes sillas beige para los protagonistas, seis más pequeñas para sus asesores--: transmitir la imagen de que algo ha cambiado en Oriente Próximo, de que la Hoja de ruta ha encontrado su norte, de que palestinos e israelís están dispuestos, por lo menos, a hablar entre ellos.

´Daño colateral´

Además, como es habitual en esta parte del mundo, esa foto tendrá un daño colateral , otro mensaje más sutil: el primer ministro israelí junto a los tres líderes árabes que forman el eje del bien : los tradicionales Mubarak y Abdalá, y el nuevo favorito de la Casa Blanca, Abú Mazen. Damasco y Teherán pueden empezar a tomar nota.

Más allá de las fotos, la cumbre no aportará decisiones políticas, sino que refrendará los acuerdos de seguridad alcanzados estos días: el alto el fuego, la liberación de prisioneros palestinos y la retirada escalonada de cinco ciudades cisjordanas. "Sharm el Sheij es el comienzo de un camino que no terminará allí, ya que esperamos continuar con las reuniones al más alto nivel para aplicar la Hoja de ruta", ha declarado Abú Mazen.

En un principio, la cumbre debería haber sido una reunión en Jerusalén entre Abú Mazen y Sharon, pero Mubarak decidió que era un buen momento, en plena ola estadounidense para democratizar Oriente Próximo, para reafirmarse como mediador. En este sentido, el presidente egipcio será uno de los ganadores, y más si acepta la invitación de Sharon para visitar próximamente Israel.