PIO XII, EN UN DIA

Los cónclaves interminables han pasado a la historia. En el siglo XX, los encierros más largos duraron cuatro días, en los casos de Pío X, en 1903, y Pío XI, en 1922. La mayoría requirieron tres días: Benedicto XV (1914), Juan XXIII (1958) y Juan Pablo II (1978). Los más cortos fueron los de Pablo VI, en 1963, dos días, y los de Juan Pablo I, en 1978, que duró 26 horas y media, y Pío XII, en 1939 en una jornada.

111 CARDENALES

El número de purpurados llamados esta vez a tomar la decisión apenas difiere de los electores de Albino Luciani (Juan Pablo I), que murió un mes después de tomar posesión, y Karol Wojtyla, en 1978. Entonces fueron 111 los cardenales de cada uno de los dos cónclaves. En anteriores elecciones, el número de electores era inferior: a Pablo VI lo designaron papa en una reunión de 79 cardenales y a Juan XXIII, 51.

SECRETO

Las votaciones son secretas. Los integrantes escriben el nombre del elegido en una papeleta y votan dos veces por la mañana y dos por la tarde. Si ningún candidato alcanza la mayoría requerida, las papeletas se queman y el humo negro que sale de una de las chimeneas del Vaticano delata que no ha habido acuerdo. Si lo hay, se arroja un líquido al fuego para que el humo tome un color blanquecino que anuncia el fin de la elección. Esta vez, habrá repique de campanas.