Un polvorín étnico explotó en China. Al menos 156 personas murieron el domingo y 817 resultaron heridas en una revuelta en Xinjiang, enfrentando a la minoría uigur con las fuerzas de seguridad y la comunidad china, según la agencia oficial Xinhua.

Un incidente étnico de la semana pasada en la otra punta del país desencadenó el estallido. Es la revuelta china más sangrienta desde las protestas estudiantiles de en 1989.

Los enfrentamientos ocurrieron tras una manifestación en Urumqi, la capital de la provincia de Xinjiang. Entre 1.000 y 3.000 manifestantes tomaron las calles de Dong Koruk para pedir explicaciones por los dos uigures muertos.