Quince personas muertas, 360 heridas y casi 600 detenidas. Este es el saldo de la revuelta kurda en Turquía que, al cumplir ayer una semana, se ha convertido en una de las peores desde que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) se levantó en armas contra el Estado turco, en 1984. La violencia golpeó el domingo a Estambul, la primera ciudad del país, donde tres personas murieron.

Cientos de kurdos se enfrentaron de nuevo ayer a la policía en el Kurdistán, región del sureste de la Anatolia que la inmensa mayoría de turcos se niega a llamar por ese nombre. Los incidentes más violentos se trasladaron a Viransehir, junto a la frontera con Siria, y a Agri, junto a la frontera con Irán. En ambos países, además de en Irak, residen también importantes comunidades de kurdos.

EL DETONANTE Los funerales de 4 de los 14 rebeldes del PKK muertos en combates contra el Ejército fueron el detonante, el pasado lunes, de la revuelta, que, por primera vez, ha estallado en las ciudades. Doce personas, entre ellas tres niños, fallecieron en Diyarkabir, la capital kurda. Y el domingo, la violencia alcanzó Estambul.

En el barrio popular de Bagcilar, un centenar de manifestantes kurdos simpatizantes del PKK atacaron con cócteles molotov un autobús. El ataque provocó un incendio dentro del vehículo, tras lo cual el conductor perdió el control e invadió un pasaje peatonal, dando muerte a tres mujeres.

Antes, unos 200 manifestantes se habían enfrentado a la policía antidisturbios en la plaza de Taksim, en el corazón europeo de la ciudad. Cuando un grupo de manifestantes trataron de buscar refugio en el barrio vecino de Dolpadere, fueron golpeados por sus habitantes, gitanos en su mayoría, que iban armados con cuchillos, hachas y palos.

En Estambul residen, en condiciones precarias, cientos de miles de inmigrantes kurdos que sufren la marginalidad económica y la exclusión, por lo que algunos observadores han alertado ya de posibles enfrentamientos interétnicos. En el distrito de Gazi, donde se concentra buena parte de esta inmigración kurda, la policía dispersó con gases lacrimógenos a unos 150 manifestantes, informa Reuters.

REUNION DEL GOBIERNO El Gobierno turco se reunió en una sesión de urgencia para discutir de la crisis, y el Parlamento lo hará hoy. "Nuestro Gobierno va a continuar decididamente su lucha contra el terror", afirmó el ministro de Justicia, Cemil Cicek. "Agradezco a nuestras fuerzas de seguridad que hayan actuado con frialdad, con patriotismo y dentro de la legalidad", añadió.

La mayor parte de los diarios turcos imputan al PKK la responsabilidad de la revuelta. La formación se alzó en armas contra el Estado turco en 1984 para exigir un Estado independiente. Desde ese año hasta 1999, la guerra causó al menos 37.000 muertos y 3 millones de desplazados.

En 1999, el PKK declaró un alto el fuego unilateral que duró hasta el 2004. Muchos kurdos simpatizan con el PKK, que está considerado una organización terrorista por EEUU y la UE.

Para muchos analistas y diplomáticos, la erupción de la violencia refleja el desespero de los kurdos ante la pobreza a la que las ha condenado la guerra, y el rechazo de Ankara a concederles una mayor autonomía.