Desde ayer soplan vientos más agresivos en el Departamento de Estado de Estados Unidos. El presidente George Bush nombró como nueva jefa de la diplomacia estadounidense a Condoleezza Rice, su asesora de Seguridad Nacional durante los últimos cuatro años y partidaria de la línea dura, para sustituir al más moderado Colin Powell, que anunció su dimisión apenas 24 horas antes.

"En ella el mundo verá la fuerza, la elegancia y la decencia de nuestro país", dijo, satisfecho, el presidente, al anunciar el nombramiento de Rice, cuya confirmación en el cargo se da por hecha, dada la mayoría de 55 a 45 escaños que los republicanos disfrutarán en el Senado a partir de enero, cuando comience la legislatura. La nueva secretaria de Estado se convertirá en la segunda mujer que ocupa el cargo y la primera negra.