La indignación en el Viejo Continente por la existencia de cárceles secretas de la CIA en dos países del este europeo, donde se confina e interroga a presuntos terroristas, y las escalas de vuelos secretos de esta agencia en aeropuertos europeos, incluyendo a españoles, ha forzado a la Casa Blanca a despachar a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, para que trate de templar los ánimos al otro lado del Atlántico con una visita relámpago la próxima semana. Precisamente, el último vuelo sospechoso de transportar terroristas despegó ayer de las Azores, según la ONG Human Rights Watch.

Como anticipo de su gira, Rice justificó y defendió ayer la detención de terroristas, mientras que el director de la CIA, Porter Goss, no desmintió la existencia de unas cárceles que Washington no reconoce oficialmente.

"No podemos permitir a nadie que cometa un crimen, antes debemos detenerlo", sostuvo Rice en una entrevista concedida al diario USA Today . "Si cometen un crimen, miles de personas inocentes mueren", aseguró, apoyándose en el argumento que esgrime la presidencia de EEUU, encabezada por George Bush, para justificar la retención indefinida sin acceso a la justicia de cientos de sospechosos de terrorismo en prisiones como la de Guantánamo. "Nunca habíamos luchado en una guerra como ésta", recalcó la jefa de la diplomacia de EEUU, que visitará Alemania, Ucrania, Rumanía y la sede de la UE, Bruselas.

EN BENEFICIO DE TODOS Rice argumentará en sus conversaciones que la guerra de Washington contra el terrorismo beneficia a todos, porque es un enemigo común. Rumanía y Polonia son los dos países donde, según Human Rights Watch, se encuentran las cárceles secretas donde la CIA interroga a presuntos terroristas, aunque sus gobiernos lo han negado. "Hemos recibido peticiones de información desde Europa sobre los informes de prensa" acerca de las cárceles y los vuelos secretos, y haremos lo que podamos por responder", afirmó ayer el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack.

TOQUE DE ATENCION El Grupo Socialista en el Parlamento Europeo criticó ayer con firmeza a los dirigentes de la Unión Europea, que "no hacen nada" para esclarecer el asunto de las prisiones secretas de la CIA en territorio europeo, e instó a la Comisión Europea, dirigida por José Manuel Durao Barroso, a actuar.

"Es inaceptable que los dirigentes europeos no hagan nada mientras circulan informaciones sobre la existencia de campos de prisioneros", consideró el presidente del Grupo Socialista en la Eurocámara, el alemán Martin Schulz.