Mitt Romney lo dejó. El exgobernador de Massachusetts anunció ayer en Washington que suspende su campaña para la candidatura republicana a la presidencia de EEUU. Romney toma esta decisión después de la derrota del supermartes ante John McCain y tras no haber logrado en un mes de caucus y primarias la condición de favorito en el bando republicano. "Son muchas las cosas que me separan del senador por Arizona, pero si en algo estamos de acuerdo es en que hay que hacer lo que sea posible para ganar en Irak", dijo ante el Comité Conservador de Acción Política reunido en Washington.

"Por eso, ahora debo mantenerme al margen, por nuestro partido y nuestro país. Si sigo en liza hasta la convención, impediría el lanzamiento de una campaña nacional y haría más plausible la victoria de la senadora Clinton y el senador Obama", razonó. La suspensión de su campaña da vía libre a McCain para hacerse muy pronto con la candidatura republicana.

Mientras, en el bando demócrata, la senadora Hillary Clinton anunció ayer que ha puesto 5 millones de dólares (unos 3,4 millones) de su propio bolsillo para financiar su campaña electoral.