Con un llamamiento al cambio en Francia, al cambio de la política y a la unidad del partido, la candidata socialista a la presidencia de la República, Ségol¨ne Royal, hizo ayer su primera declaración solemne tras su arrasadora victoria por mayoría absoluta en las primarias frente a sus rivales Dominique Strauss-Kahn y Laurent Fabius.

Desde su feudo de Melle, en el departamento de Deux-S¨vres, Royal no se olvidó de imprimir un aire kennedyano a su declaración. "Uníos, movilizaos, preguntad que podéis hacer por nuestro país", les dijo a los franceses, a quienes reclamó que no tengan miedo de las "ideas nuevas", en referencia a las propuestas, algunas de ellas polémicas, que ha lanzado durante su campaña y que han quedado refrendadas por el voto masivo de los militantes socialistas.

Entre estas ideas figuran una mayor preocupación por la seguridad, la reforma de la preinscripción en las escuelas, la presencia de los profesores más horas en los centros escolares, la instauración de los jurados de ciudadanos para valorar a los políticos, y lo que ella ha llamado la "revolución democrática".

CONTRA SARKOZY Pero su discurso tuvo también una mezcla de tradición y modernidad, cuando imaginó "una Francia que tenga el coraje de afrontar las mutaciones sin renunciar a su ideal de libertad, igualdad y fraternidad". A quienes le reprochan una proximidad a la figura del probable candidato de la derecha, Nicolas Sarkozy, les dedicó este párrafo: "Siendo fieles a nosotros mismos es como podremos resistir más eficazmente los malos vientos de un liberalismo sin fe ni ley, y aprovechar al mismo tiempo las oportunidades de una mundialización que aporta lo peor y lo mejor".

VICTORIA INDISCUTIBLE La victoria de Royal ha sido tan indiscutible que ha ganado en las 105 federaciones del PS, excepto en tres, feudos de Laurent Fabius. Incluso en la federación de París, la más importante de Francia y nada favorable en principio a la candidata, obtuvo el 47% de los votos. Los resultados finales indican que Royal logró 107.743 sufragios (60,70%), sobre un total de 178.632 (un 82,33% de participación). En segundo lugar quedó Strauss-Kahn, con 36.510 votos (20,57%), y después Laurent Fabius, con 33.258 (18,73%).

La contundencia de las cifras no permite ninguna posibilidad de disidencia interna en el partido y deja a Royal a salvo de cualquier intento de los elefantes del PS de entrometerse en su "libertad de palabra".

Los dos aspirantes derrotados se manifestaron ayer dispuestos a cerrar filas con la candidata para derrotar a la derecha en las presidenciales del mes de abril. "El PS está desde ahora unido", dijo Strauss-Kahn, que se ofreció "más que nunca" al servicio del partido, de la izquierda y de Francia, al lado de la "candidata de todos los socialistas". De igual modo, Fabius se expresó en favor de la unidad y afirmó que los militantes han otorgado a Royal "todos los medios para ganar en el 2007". El primer secretario del PS y compañero sentimental de Royal, Fran§ois Hollande, calificó el resultado de "victoria de todos los socialistas".