Tratada como la jefa de Estado que aún no es, la candidata socialista a la presidencia de Francia, Ségol¨ne Royal, ha causado buena impresión en Israel, un país cuya relación con Francia no siempre es fluida. Pese a ello, el rival in péctore de Royal al Elíseo, Nicolas Sarkozy, la acusó de no tener talla de estadista.

Se agarra Sarkozy a algunos problemas como su encuentro con un diputado de Hizbulá que calificó de "nazi" la ocupación israelí del Líbano, y a que Royal pareció coincidir con su interlocutor chií en que la política de EEUU en la zona es "demencial". Pero Royal ha acabado triunfando, ya que lo que hizo --visitar el Museo del Holocausto de Jerusalén, por ejemplo-- y dijo satisfizo a Tel-Aviv. Rechazó que Irán desarrolle un programa nuclear y que se negocie con los palestinos si no reconocen a Israel.