Ante la creciente escalada de sangrientos atentados en Irak, Estados Unidos está negociando con la insurgencia iraquí en busca de una vía para detener la violencia, según confirmó ayer el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld.

"Lo primero que queremos hacer es dividir a la gente y conseguir que algunos nos apoyen", dijo el jefe del Pentágono a la cadena televisiva Fox, comentando las negociaciones con los insurgentes, de las que ayer dio cuenta The Sunday Times . Este diario británico informó de que los líderes insurgentes "aparentemente se encontraron, cara a cara", con cuatro miembros de la delegación de EEUU.

El rotativo calificaba las conversaciones de "primer esfuerzo serio de los estadounidenses y de los insurgentes para hallar un terreno común desde que se intensificó la violencia, esta primavera". Según el diario, hubo dos encuentros, el 3 y el 13 de junio, en una villa cercana a Balad, 65 kilómetros al norte de Bagdad.

En la delegación norteamericana figuraban altos oficiales militares y de espionaje, así como un funcionario civil del Congreso y un representante de la Embajada de EEUU en Bagdad. El reducido grupo de comandantes de la insurgencia iraquí incluyó a representantes de Ansar al Suna, que ha perpetrado numerosos atentados y que Washington considera vinculado a Al Qaeda, y también de otros grupos menos conocidos como El Ejército de Mohamed, el Ejército Islámico en Irak y Jaish Mohamed.

FOMENTAR LA DIVISION Rumsfeld no reveló ayer detalles de los encuentros en los que, según el diario británico, la Administración de George Bush trató de meter una cuña en la insurgencia, para separar a los iraquís de los extranjeros que han sumado fuerzas con ellos para hostigar a los militares estadounidenses y al Gobierno de Bagdad. "Yo no le daría mucha importancia" a los encuentros, declaró el jefe del Pentágono, curándose en salud.

Más de un millar de personas, en su mayoría iraquís, han sido víctimas de la rampante violencia que sacude Irak desde la instalación del nuevo Ejecutivo, el pasado abril, y fuentes de EEUU han reconocido que la insurgencia está creciendo. Rumsfeld mantuvo que los insurgentes serán derrotados, pero no por las tropas de EEUU sino por los iraquís, cuando éstas se hayan ido.

"Las fuerzas de la coalición no van a reprimir la insurgencia", dijo el secretario de Defensa. "El pueblo iraquí y sus fuerzas de seguridad vencerán a los insurgentes", vaticinó, aunque opinó que será un proceso largo que puede durar una docena de años.