El presidente ruso, Dmitri Medvédev, anunció que hoy Rusia desplegará cohetes tácticos Iskander en Kaliningrado, enclave ruso en el mar Báltico, entre otras medidas de respuesta al escudo antimisiles que Estados Unidos planea emplazar en Europa del Este. "Para poder neutralizar, en caso de necesidad, el sistema de defensa contra misiles, en la región de Kalinigrado será desplegado el sistema de cohetes Iskander", declaró Medvédev al pronunciar su primer mensaje anual sobre el estado de la nación.

Los Iskander (SS-26 Stone, según la clasificación de la OTAN) tienen un alcance de entre 50 y 300 kilómetros y pueden portar distintas cargas de hasta 480 kilogramos. "Son medidas forzosas. Hemos declarado más de una vez a todos nuestros socios que deseamos mantener una cooperación positiva y actuar juntos contra las amenazas comunes, pero lamentablemente no nos quieren escuchar", manifestó el jefe del Kremlin.

Medvédev defendió las acciones militares del Ejército ruso en Osetia del Sur de agosto pasado y afirmó que "Rusia no retrocederá en el Cáucaso". "La decisión de imponer la paz al agresor y la operación lanzada por nuestros militares no fueron contra Georgia ni su pueblo, sino para salvar a los habitantes de la república y a los efectivos de paz rusos", dijo.

Subrayó que el ataque georgiano a Osetia fue "consecuencia de la política engreída de la administración norteamericana" en el Cáucaso, que "ha puesto en entredicho la eficacia de las instituciones internacionales de seguridad". Medvédev subrayó que EEUU y la OTAN aprovecharon el conflicto del Cáucaso para enviar sus buques de guerra al mar Negro y acelerar los planes de instalar el escudo antimisiles norteamericano en Europa del Este, cerca de las fronteras rusas.

Relaciones delicadas

El presidente ruso, que no hizo mención directa al triunfo del candidato demócrata Barack Obama en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, expresó su esperanza de que la nueva Administración norteamericana refuerce las relaciones con Rusia.

"Esperamos que nuestros socios -la nueva Administración de Estados Unidos- opten por mantener relaciones plenas con Rusia", dijo el jefe del Estado ruso, que reconoció que las relaciones entre Moscú y Washington no pasan por su mejor momento. Dedicó parte de su intervención de una hora y veinticinco minutos a la crisis financiera global y aseguró que Rusia, aunque está siendo afectada, "saldrá fortalecida" de las turbulencias internacionales.

El presidente ruso señaló a EEUU como responsable de la crisis y advirtió de que "Rusia no permitirá el predominio de un país en cualquier esfera". Según Medvédev, la crisis financiera comenzó con "una emergencia en el mercado nacional de Estados Unidos, que arrastró consigo los demás mercados financieros del planeta" y que fue provocada por "graves errores en el ámbito económico" cometidos por las autoridades norteamericanas.