Miles de policías vigilarán hoy la inauguración del año escolar en los colegios de Rusia por el temor a nuevos atentados en el segundo aniversario de la masacre de la escuela de Beslán, en Osetia del Norte. Los participantes en las ceremonias de inauguración serán sometidos a control de armas y explosivos, según una orden del Ministerio del Interior ruso. La policía ha evacuado también en la víspera del 1 de septiembre todos los vehículos abandonados cerca de las escuelas y retiró contenedores de basuras y otros objetos donde se puedan instalar explosivos.

El 1 de septiembre del 2004, 32 guerrilleros chechenos asaltaron la escuela número uno de Beslán y tomaron como rehenes a 1.128 alumnos, profesores y padres. La tragedia se cobró 331 muertos, 187 de ellos niños.

Un informe, publicado esta semana por un diputado de la Duma rusa, afirma que las fuerzas de seguridad lanzaron granadas en el recinto minado por los terroristas, causando las explosiones. Según el Kremlin, las explosiones empezaron al activar las bombas los terroristas.