Rusia se atrinchera en Georgia pese a las quejas de los países occidentales. Moscú anunció ayer que sus tropas de paz permanecerán en Poti, el principal puerto del mar Negro, de gran importancia estratégica. La decisión confirma que los rusos tienen la intención de controlar las principales rutas de la república vecina, puesto que también mantienen soldados en el aeropuerto de Senaki, en Teklati, y tienen controles en varios puntos, uno a 10 kilómetros de Gori, además de unidades en Osetia del Sur y Abjasia.

La reacción de EEUU no se hizo esperar. El secretario de Estado de Comercio de Estados Unidos, Carlos Gutiérrez, amenazó de nuevo con excluir a Rusia del G-8, el grupo de las estados más industrializados.

Gutiérrez amenazó también con bloquear el ingreso de Rusia en la Organización Mundial del Comercio (OMC). La OTAN también reclamó ayer la retirada rusa del territorio georgiano.

Entretanto, Georgia anunció que prolonga dos semanas más el estado de guerra tras denunciar que Rusia ha incumplido su compromiso de replegar sus tropas. El Parlamento georgiano aprobó la petición del presidente, Mijail Saakashvili, quien dijo que es necesaria "debido a que las tropas rusas permanecen en Georgia en violación del acuerdo de alto el fuego".

Sin embargo, Rusia parece impermeable a las presiones e insistió en que su Ejército permanecerá en los lugares señalados para mantener la paz en Georgia. Según el instituto de análisis de conflictos International Crisis Group (ICG), el conflicto rusogeorgiano ha desestabilizado la seguridad en Europa.