El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia Alexandr Losiukov expresó hoy la preocupación de su país por el lanzamiento de prueba del cohete espacial iraní Kavoshgar-1 (Explorador-1). "Cualquier movimiento respecto a la fabricación de un arma potencial preocupa y más cuando hace sospechar sobre el posible deseo de Irán de fabricar armas nucleares", dijo Losiukov, citado por la agencia Interfax.

El viceministro ruso resaltó que "los cohetes de largo alcance son parte de ese tipo de armas (nucleares)" y que, "desde luego, esto suscita preocupación". El pasado día 4 Irán efectuó un lanzamiento de prueba de su primer cohete espacial, lo que según expertos militares rusos es una muestra de que ese país está cerca de poder construir misiles balísticos de largo alcance.

"Este logro confirma que especialistas iraníes ya son capaces de fabricar propulsores de cohetes que llevan combustible líquido que permitirán más adelante producir también misiles balísticos con un alcance de 3.500-4.000 kilómetros", afirmó la víspera el general retirado Víctor Yesin, ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Estratégicas rusas. En los dos últimos años Irán ha anunciado la fabricación de misiles de largo alcance, algunos de ellos de hasta 2.000 kilómetros, con los que podría atacar a Israel.

Yesin señaló que no le asombraría que el país persa se hiciera con tales misiles "en los próximos años" y explicó que la experiencia de las potencias espaciales demuestra que "poner a punto los cohetes de esa clase suele llevar entre uno y dos años tras el primer ensayo". El pasado lunes, el mismo día que Irán efectuó el lanzamiento de prueba del Kavoshgar-1, otro de los viceministros de Asuntos Exteriores rusos, Serguéi Kizliak, instó a Teherán a congelar sus trabajos de enriquecimiento de uranio y a reanudar el cumplimiento del Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación de armas nucleares.

Kizliak recordó que Rusia ha ofrecido a Irán emplear un centro de enriquecimiento de uranio en territorio ruso para satisfacer las necesidades de su programa nuclear para la generación de energía eléctrica. "Esta propuesta todavía está en la mesa de negociaciones", añadió Kizliak, quien resaltó que la utilización de dicho centro de enriquecimiento de uranio permitiría a Irán cubrir sus necesidades "de manera fiable y predecible".

Sin embargo, subrayó que Irán "prefiere desarrollar sus propias capacidades en materia de enriquecimiento (de uranio) y durante muchos años hizo esto en secreto". "En ello radica una de las causas de la preocupación por el carácter del programa nuclear iraní", agregó.

Rusia ya ha suministrado la primera partida de combustible para la planta eléctrica nuclear de Bushehr, que empresas rusas construyen en territorio iraní. "Todas las necesidades de Irán en lo que se refiere a combustible nuclear serán satisfechas por Rusia", explicó Kizliak, quien opinó que ese país islámico "no necesitará más combustible en los próximos decenios, pues no se espera la pronta construcción de nuevas centrales nucleares".