Rusia hizo ayer el primer gesto claro de amistad hacia EEUU tras la llega a la presidencia de Barack Obama. De momento, no habrá misiles tácticos rusos en Kaliningrado. Y no los habrá nunca si Obama reconsidera los planes de George Bush de desplegar elementos del escudo antimisiles en Polonia y la República Checa, es decir, delante de las narices de los rusos.

Este fue el mensaje lanzado ayer por el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia que siguió al anuncio sobre un próximo encuentro entre Obama y el presidente ruso, Dmitri Medvé- dev, que los dos mandatarios concretaron en su primera conversación telefónica el lunes. "El programa de despliegue, por el momento, ha quedado aparcado porque la nueva Administración estadounidense no fuerza sus planes de emplazar elementos de su escudo antimisiles en Polonia y la República Checa. Rusia no tiene necesidad de desplegar cohetes tácticos Iskander si EEUU no emplaza su escudo antimisiles en Europa Oriental", dijo un portavoz del Estado Mayor General, citado por Interfax.

Estas declaraciones contrastaron con la fría bienvenida que le dio Medvédev el pasado 5 de noviembre a Obama, elegido presidente la víspera. El jefe del Kremlin aprovechó la victoria electoral de Obama para anunciar el despliegue de los cohetes Iskander en el enclave europeo de Kaliningrado. Medvédev precisó entonces que Rusia desplegaba sus cohetes en la frontera con Polonia como respuesta al escudo antimisiles estadounidense.

ADVERTENCIA A EUROPA A nivel práctico, la advertencia estaba dirigida más bien a Europa y, de manera más concreta, a Polonia y también a la República Checa. Los Iskander (SS-26 Stone, según la clasificación de la OTAN) tienen un alcance de entre solo 50 y 300 kilómetros. Rusia había prometido también suministrar nuevos misiles tácticos a Bielorrusia y advirtió de que desde Kaliningrado se llevarán a cabo interferencias radioelectrónicas.

La anterior Administración de Bush estuvo avanzando la expansión de su escudo nuclear a pesar de las protestas rusas. El Kremlin ha reiterado en varias ocasiones que este plan significa una amenaza directa a la seguridad de Rusia. En el gesto más hostil desde el final de la guerra fría, Moscú decretó en el 2007 la suspensión por parte de Rusia del Tratado sobre las Fuerzas Convencionales en Europa (FCE).

La iniciativa rusa parece ser más bien relaciones públicas que una medida práctica. "No son necesarios ningunos preparativos para desplegar misiles Iskander en Kaliningrado. Son cohetes móviles. Pero como mínimo hay que fabricarlos. De momento ni eso se ha hecho", manifestó ayer un alto cargo del Ministerio de Defensa ruso a la oficialista agencia RIA-Novosti.

La primera entrevista entre Putin y Obama podría celebrarse el 2 de abril en Londres, donde se celebrará la cumbre de G-20, según declaró ayer Andréi Nesterenko, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.

"GRAN OPORTUNIDAD" "Será una gran oportunidad para intercambiar opiniones. Hemos recibido señales de la Administración de EEUU del deseo de avanzar en la solución de problemas complicados, de los que hemos hablado en el pasado", indicó.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se reunirá con la nueva secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, antes de la cumbre del G-20. Lavrov habló con ella la víspera de la conversación entre Med- védev y Obama. Está previsto que Clinton visite Rusia en breve para hablar de desarme.