El régimen de Sadam Husein aún estaba operativo el 8 de abril, el día antes de que los tanques entraran hasta el corazón de Bagdad. Ese 8 de abril, Sadam o uno de sus dobles se dejó ver por el barrio de Adamia de Bagdad mientras los marines tomaban el aeropuerto y el palacio presidencial.

"Iba a comprar el pan cuando me encontré a Sadam frente a la panadería", explica Adel Sarham al Ubaidi, de 56 años. Al Ubaidi se refiere a la última aparición grabada del rais iraquí, que fue emitida varios días después por la televisión de Abu Dhabi. Más allá de si se trataba o no del auténtico Sadam, el hecho de que el régimen pudiera organizar una salida televisada del presidente para responder a las noticias sobre la presencia de los marines en Bagdad demuestra que algún tipo de mecanismo de poder aún estaba operativo el 8 de abril.

Al Ubaidi explica con detalle su encuentro con Sadam y, lo que es más importante, sitúa adecuadamente los acontecimientos en una ciudad que no ha sido informada del desarrollo de la guerra más que por el boca a boca, ya que primero sólo podía verse la televisión iraquí y en, segundo lugar, porque no había electricidad.

"Vi a Sadam el 8 de abril, el mismo día que se decía que los americanos habían ocupado el aeropuerto y los palacios ", explica Al Ubaidi. "Me acerqué a él y me sonrió con un gesto forzado. Parecía cansado, sus ojos estaban rojos, tenía barba de varios días y sus ropas militares estaban arrugadas, como si estuviera durmiendo con ellas puestas", detalla Al Ubaidi, quien dice odiar a Sadam, ya que es "uno de los mayores asesinos de la historia, peor que Stalin".