Sakineh Mohamadi Ashtiani fue en julio la iraní más citada en internet. Abundan las páginas web, blogs y los enlaces en Twitter y Facebook para acceder a las diferentes campañas que recogen firmas para salvarla de morir lapidada. Su abogado, Mohamed Mostafaei, conocido por defender este tipo de causas en Irán, pidió ayuda en el extranjero por temer que la lapidación fuera inmediata después de que la mujer estuviera cinco años encarcelada. Hoy, hay muy poca gente que no sepa quién es Sakineh.

La campaña Free Sakineh lleva recogidas desde su página web 140.000 firmas. Las promotoras de la campaña, nacida en Canadá (en Facebook ya tiene un millón de agregados canadienses), fueron Heather Reisman y Marie-Josée Kravis, dos mujeres de negocios vinculadas a partidos liberal-conservadores y socias del Club Bilderberg.

Firmas vips

En EEUU la campaña fue promovida por Arianna Huffington, una influyente columnista de filosofía liberal vinculada a la política californiana. Free Sakineh es también una campaña de vips y en su página web figuran los nombres del expresidente brasileño Fernando Enrique Cardoso, Ingrid Betancourt, Gwyneth Paltrow, Catherine Zeta-Jones o Michael Douglas. Sin embargo, la campaña que más firmas lleva recogidas es la promovida por Amnistía Internacional (AI). El 7 de julio, AI empezó una recogida de firmas con el fin de presionar al Gobierno iraní para que anule la condena de Sakineh. Donde ha tenido más éxito la campaña ha sido en España, con cerca de 243.000 firmas. Amnistía Internacional insiste en que el caso de Sakineh no es único aunque es urgente porque, según las informaciones de su abogado, la ejecución es inminente. En Irán hay otras siete mujeres y tres hombres esperando morir lapidados y en el 2009 hubo 388 ejecuciones, una de las cuales tuvo lugar por lapidación.

Al grito del abogado, lanzado a principios de julio, se sumó el de los hijos de Sakineh. Escribieron una carta, que fue publicada en algunos medios. Sajjad y Fasride, de 24 y 18 años, pedían a la gente que firmara para salvar a su madre, a la que consideran inocente. La familia de su difunto marido tampoco la cree culpable y se opone a la lapidación.

En Irán, la campaña se lleva disimuladamente, a través de numerosos blogs desde el propio país y de iranís exiliados en el extranjero, un exilio que va in crescendo. En el 2006, defensores de los derechos humanos, encabezados por la abogada y periodista Shadi Sadr y la periodista Asieh Amino, iniciaron un movimiento llamado Detengan las lapidaciones para siempre. En el Reino Unido existe un colectivo denominado Stop Stoning Now (Parad las lapidaciones ahora).

Latigazos

Sakineh Ashtiani fue condenada a 99 latigazos por "complicidad" en el asesinato de su marido, perpetrado por dos hombres. Se la acusó también de mantener relaciones sexuales consentidas con uno de los asesinos y la sentencia fue la lapidación. La mujer, de 43 años y madre de dos hijos, dijo que el hombre la había forzado, pero en los interrogatorios se la obligó a admitir que había aceptado voluntariamente la relación con el intruso.

Drewery Dyke, investigador de AI especializado en Irán, explica: "En Irán, el adulterio es considerado un delito contra Dios que implica a toda la sociedad". Y añade: "En el juicio de Ashtiani había cinco jueces; tres de ellos consideraron que era un caso de adulterio y los otros dos, no. El más alto magistrado del distrito donde vive Sakineh envió una carta al Supremo iraní pidiendo que, en vez de ser lapidada, sea ahorcada, pero no ha recibido respuesta".

Tras la primera respuesta mundial de oposición, el Gobierno iraní hizo público un comunicado en el que informaba que no sería lapidada. Pero una semana después, el ministro de Exteriores, Manucher Mottaki, lo desmintió. Ni el abogado ni la familia han recibido ninguna notificación oficial por lo que dudan de cuál es la situación hoy. El abogado de Ashtiani se ha escondido después de que varios de sus familiares, incluida su esposa, fueran detenidos tras ser interrogados por la policía.