El presidente francés, Nicolas Sarkozy, abandonó hoy a pie y acompañado por su esposa, Carla Bruni, el hospital militar de Val-de-Grce, en París, donde pasó la noche en observación tras sentirse mal ayer por la mañana mientras realizaba ejercicio, y ahora deberá pasar unos días de reposo.

Poco antes, el Elíseo había informado de que Sarkozy fue sometido esta mañana a un "electrocardiograma" y tras la vigilancia cardiológica en que estaba desde ayer, los médicos han determinado que el "malestar" experimentado mientras realizaba 'jogging' "no tiene ninguna causa cardiológica ni ninguna consecuencia cardiológica".

Asimismo, el resto de pruebas a las que se ha sometido a Sarkozy tampoco han puesto de manifiesto "causas ni consecuencias neurológicas o metabólicas". Así las cosas, afirman los médicos en el comunicado, "el diagnóstico es un malestar lipotímico debido al esfuerzo sostenido por el fuerte calor y sin pérdida de conocimiento, en un contexto de fatiga vinculado a una carga de trabajo importante".

Tras este diagnóstico, "no se ha prescrito ningún tratamiento médico" al presidente francés, a quien sin embargo se ha aconsejado "un reposo relativo de varios días". Por ello, precisa el Elíseo, su visita mañana al Mont Saint-Michel, en Normandía, "queda aplazada a una fecha posterior". No obstante, Sarkozy "presidirá el Consejo de Ministros el miércoles por la mañana", concluye el comunicado del Elíseo.