La operación Transparencia de Nicolas Sarkozy sobre las cuentas del Elíseo ha pillado en falta a su propio impulsor. El jefe del Estado francés ha tenido que devolver a las arcas públicas 14.123 euros de gastos privados costeados por la presidencia de la República en el 2008. Para evitar el escándalo, lo ha hecho antes de que se hiciera público, ayer, el informe del Tribunal de Cuentas que analiza la gestión del presupuesto presidencial, cifrado el pasado año en 112 millones de euros.

Se trata de la primera vez, desde Luis XVI, que un organismo independiente investiga las facturas del Elíseo. Fue una promesa electoral de Sarkozy, que no esperaba que las indagaciones afectaran a su bolsillo. El presidente ha alegado desconocer qué gastos personales habían sido abonados por los distintos servicios del Elíseo.