La izquierda logró ayer una contundente victoria en las municipales francesas, en las que se impuso en cifras globales (49,5% a 47,5%, según una estimación de CSA) y, sobre todo, recuperó numerosas ciudades gobernadas por la derecha. Pese al mantenimiento de Marsella en manos de la derecha, el presidente de la República, Nicolas Sarkozy, encaja una clara derrota en las primeras elecciones intermedias de su mandato de cinco años.

La izquierda arrebata a la derecha las ciudades de Toulouse, Estrasburgo, Reims, Amiens, Caen, Périgueux, Saint-Etienne, Quimper, Metz y Blois, entre otras, y mantiene Lille y Angers. Al contrario, cambian de bando Calais, Agen y Chatélérault.

La batalla de Marsella se resolvió por los pelos. La ciudad está dividida en ocho sectores electorales, de los que tres eran decisivos. El Partido Socialista (PS) se impuso en uno, pero perdió en los otros dos, lo que inclinó la balanza en favor del alcalde Jean-Claude Gaudin, de la Unión por un Movimiento Popular (UMP). Marsella, segunda ciudad francesa, quedará, pues, como la única gran ciudad gobernada por la derecha. En la primera, París, el alcalde socialista, Bertrand Delanoë, será reelegido, así como Gérard Collomb en Lyón, tercera ciudad, que ya ganó en la primera vuelta.

MINISTRO BATIDO En la cuarta ciudad francesa, Toulouse, la izquierda acaba con una anomalía que duraba 37 años. La ciudad rosa, que votaba siempre a la izquierda en todas las demás elecciones, tenía un alcalde de centro o de derechas. El alcalde actual era Jean-Luc Moudenc (UMP). Otros resultados destacados son los de Metz, donde habrá un alcalde del PS por primera vez desde 1948, y Périgueux, donde ha sido desalojado de la alcaldía el ministro de Educación, Xavier Darcos.

El primer secretario del PS, François Hollande, que había pronosticado que la izquierda ganaría 30 ciudades de más de 20.000 habitantes, dijo anoche que serán más. Hollande sacó dos conclusiones: que "la izquierda estará en el poder, pero en las ciudades y los departamentos" y que "el presidente está obligado a oír el mensaje de los franceses sobre el poder adquisitivo y sobre su comportamiento en cuestiones como la laicidad y la justicia". En las elecciones cantonales, Hollande calculó que la izquierda ganará de siete a nueve departamentos, a añadir a los 51 sobre 101 que ya gobierna. La excandidata Ségolène Royal afirmó que en los municipios "habrá que reparar lo que el Gobierno ha destruido en 10 meses".