El presidente francés, Nicolas Sarkozy, fue hospitalizado a media tarde de ayer tras sufrir un malestar mientras practicaba footing por los jardines del palacio de Versalles, situados junto a la residencia oficial de La Lanterne. El jefe del Estado francés, que según fuentes gubernamentales sufrió un síncope que no reviste gravedad, fue conducido en helicóptero al hospital militar de Val de Gr ce, en París, donde permanece bajo observación. Está previsto que hoy reciba el alta médica.

Mientras corría, Sarkozy, de 54 años, sufrió una indisposición que le obligó a detenerse y a tumbarse en el suelo con la ayuda de uno de sus acompañantes. En ese momento fue atendido de inmediato por su médico personal. "Este episodio sucedió tras 45 minutos de ejercicio físico intenso y no comportó la pérdida de conocimiento", informó después el Eliseo.

RESULTADOS NORMALES En el hospital, los médicos sometieron al presidente francés a un exhaustivo chequeo, que incluyó un análisis de sangre, un electroencefalograma y una resonancia magnética. Los resultados fueron "normales", según informó la presidencia. Sin embargo, el equipo médico resolvió mantener al paciente en el hospital. "La vigilancia cardiológica, sistemáticamente practicada en esas circunstancias, se prosigue hasta mañana por hoy."

En un primer momento fuentes del Gobierno francés dijeron que Sarkozy había sufrido un "accidente vagal", una dolencia leve que normalmente conduce a una breve pérdida de conocimiento y que puede ser provocada por practicar un esfuerzo físico en ayunas, por estrés o por someterse a un calor intenso. Al poco de ser ingresado, llegó al hospital su esposa, Carla Bruni.

Sarkozy ha tenido que suspender las actividades oficiales que tenía previstas para hoy, aunque se espera que reanude su trabajo el martes. En la agenda del mandatario está la celebración, el miércoles, del último Consejo de Ministros antes de las vacaciones de verano que Sarkozy tiene previsto disfrutar en la Costa Azul.

OPERACION DE GARGANTA No es la primera vez que Sarkozy es hospitalizado desde que asumió la presidencia de Francia en mayo del 2007. En octubre de ese mismo año fue sometido a una sencilla operación en la garganta, aunque este episodio no se ha sabido hasta hace pocos meses, tras ser publicado en un libro.

En Francia, se mantienen en secreto los problemas de salud de los presidentes. Sin embargo, Sarkozy, cuando asumió el cargo, prometió hacer públicos sus regulares chequeos médicos.