EN UNA VISITA sorpresa a Bagdad, Sarkozy abogó por dar un espaldarazo a la normalización de Irak y su "reinserción en la comunidad mundial". No solo eso: "Mi visita es para decir a las empresas francesas: es el momento, vengan a invertir", proclamó ante un complacido Nuri al Maliki, primer ministro iraquí.