Dentro de su estrategia de arrebatar votos a la extrema derecha, Nicolas Sarkozy endureció ayer su discurso sobre la inmigración. El candidato de la Unión para un Movimiento Popular (UMP) a las presidenciales francesas habló hasta tres veces, durante la presentación de su programa, de controlar la inmigración, que relacionó con la "explosión social" de los barrios.

Sarkozy se erigió en defensor de "la Francia exasperada", un país que, según él, sufre "una triple crisis: una crisis política --la de la impotencia pública--, una crisis económica y social --la del trabajo-- y una crisis de identidad --la de sus valores--", dijo. "¿Y está exasperada por qué?", se preguntó. La respuesta: "Por la contestación de la identidad nacional, por una inmigración no controlada, por el fraude, por los despilfarros".

"¿Quién no ve que hay una relación evidente entre la política de inmigración no controlada desde hace 30 o 40 años y la explosión social en nuestros barrios?". "Salta a la vista que hay una relación", aseguró. "Si no se puede decir que en nuestros barrios hay una población que es francesa desde hace poco y que el número de esta población ha creado problemas de integración que amenazan con hacer estallar el pacto republicano, no hay ninguna manera de resolver el problema", afirmó. Y remachó su discurso con dos advertencias: "El control de la inmigración es una obligación para salvar nuestro pacto social; si no, explotará" y "es necesario controlar la inmigración, secar la fuente, para poder integrar a los que ya están aquí".

El candidato de la UMP propone "proseguir y reforzar" la política de "inmigración elegida", promovida por una ley de julio del 2006, frente a la "inmigración sufrida". El objetivo es atraer a extranjeros cualificados mediante un sistema de puntos en el que sumarían desde el conocimiento del francés a los diplomas de los aspirantes.

NUEVO MINISTERIO Sarkozy propuso el 11 de marzo la creación de un Ministerio de la Inmigración y de la Identidad Nacional, idea criticada por sus rivales pero bien acogida en los sondeos, y a partir de ahí el tono no ha hecho más que subir. En su conferencia de prensa de ayer tuvo un lapsus y habló de Ministerio de la Integración, antes de confirmar que se trataba, en efecto, de Ministerio de la Inmigración y de la Identidad Nacional.

El lapsus tenía una explicación. En una reunión con corresponsales europeos, Fran§ois Fillon, exministro y uno de los dos directores de campaña de Sarkozy, admitió que relacionar en una misma cartera inmigración e identidad nacional era deliberado con el fin de provocar el debate. "Parte del éxito de Sarkozy consiste en haber recuperado un porcentaje del electorado de Jean-Marie Le Pen", señaló Fillon, quien destacó también la importancia que pueden tener los graves incidentes ocurridos en la estación del Norte de París. "Si Ségol¨ne Royal pierde las elecciones, habrá perdido en buena parte por su reacción ante esos sucesos, culpando a Sarkozy y dando la impresión de que la izquierda se ponía del lado de los violentos", dijo.