El canciller alemán, Gerhard Schröder, logró ayer un trascendental acuerdo con la oposición democristiana (CDU/CSU) para iniciar un amplio programa destinado a combatir el desempleo, que afecta a más de 5.200.000 personas.

La iniciativa incluye rebajas de los impuestos a las empresas, un plan de inversiones en infraestructura de transportes y una mayor flexibilidad en el mercado laboral, para luchar contra el desempleo masivo. "Como es natural, no nos hemos puesto de acuerdo en todo, pero hemos avanzado un buen trecho", dijo Schröder al término de la cumbre proempleo.

Además del canciller socialdemócrata, en la reunión participaron el vicecanciller y líder de Los Verdes, Joschka Fischer, la presidenta de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), Angela Merkel, y el líder de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), Edmund Stoiber.

Merkel valoró positivamente la cumbre, aunque pidió aún más flexibilización del mercado laboral. Para ella, el encuentro aportó "pequeños pasos en la dirección correcta", pero no ve el "impulso definitivo" que precisa dicho mercado.

LA FINANCIACION Stoiber fue mucho más cauto y, aunque reconoció "claros" avances, exigió más claridad sobre la financiación de las medidas planteadas por el Gobierno. Los expertos económicos estaban divididos entre los que consideraron "histórico" el encuentro y los que afirmaron que no servirá para nada. Pero Schröder insistió en que "se ha dado un primer paso", aunque reconoció que "los resultados no se lograrán de la noche a la mañana".

El jefe del Ejecutivo alemán definió el acuerdo como una profundización de las reformas establecidas en la Agenda 2010, puesta en marcha por su Gobierno en el 2003 para dinamizar la economía y crear empleo. Al igual que entonces, Schröder ha tenido cuidado en no tocar los intereses de los sindicatos.

Antes de la cumbre, Schröder había afirmado en el Bundestag (Cámara baja del Parlamento federal) que "quien vea la cohesión social como un lujo superfluo pone en peligro la paz social". Así rechazó las exigencias de la derecha para establecer mayores recortes en el Estado del bienestar de los que ya figuran en la Agenda 2010. Tanto la patronal como algunos representantes de los gremios de operarios consideraron insuficientes las propuestas de Schröder.

CODIRECCION El canciller subrayó que los sistemas de codirección en las empresas (en los que representantes sindicales participan en la gestión) han demostrado su validez, y se dirigió a los empresarios para pedirles que reaccionen "patrióticamente" y que no planteen nuevas exigencias o amenazas de trasladar la producción al extranjero.