Alemania se encamina hacia unas elecciones anticipadas. El canciller, Gerhard Schröder, propuso anoche la celebración de comicios legislativos en otoño de este año tras el descalabro sufrido ayer por el SPD en Renania del Norte-Westfalia, bastión socialdemócrata que ayer pasó, después de 39 años, a manos de los democristianos. "Mi responsabilidad y deber como canciller alemán es pedir al presidente Horst Köhler que convoque elecciones lo más pronto posible", anunció en una alocución transmitida por televisión.

"Con la amarga derrota en Renania del Norte-Westfalia se cuestiona la base de nuestro trabajo político". Los resultados finales otorgaron a CDU el 44,8% de la votación; al SPD, el 37,1%; al Partido Liberal (FDP), el 6,2%, y a Los Verdes, el 6,2%.

RESPALDO DE LOS VERDES Poco antes, tras el cierre de las urnas, había sido el presidente del SPD, Franz Müntefering, el encargado de proponer elecciones anticipadas. "Llegó el momento de decidirse --dijo--, es hora de aclarar las cosas en Alemania. Los alemanes deben decir por quién quieren ser gobernados", señaló Müntefering, quien había seguido la jornada electoral junto a Schröder en la sede del Gobierno, en Berlín.

El presidente de Los Verdes --aliado del SPD en el Gobierno central--, Reinhard Bütikofer, respaldó la propuesta socialdemócrata. "No tiene ningún sentido lamerse las heridas y esperar que se desate una lucha interna en la coalición, nosotros estamos dispuestos a dar esta lucha", aseguró.

La jefa de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), Angela Merkel, también recogió el guante y señaló que su partido no se opone a unas nuevas elecciones. "La coalición rojiverde debe decir cómo pretenden concretar los nuevos comicios". De llegar a efectuarse, dijo, "será algo bueno para el país". Lo más probable es que Merkel sea la candidata de su partido. Su rival, con toda seguridad, será Schröder.

Por su parte, el jefe del opositor Partido Liberal (FDP), Guido Westerwelle, dijo que su formación "siempre ha exigido nuevas elecciones". "Consideramos que son una buena oportunidad para que Alemania pueda reiniciar su camino", indicó.

NEGAR EL VOTO DE CONFIANZA La propuesta socialdemócrata solamente se puede concretar si el canciller persuade al presidente de que convoque elecciones o si pide un voto de confianza en el Bundestag --Parlamento federal-- y lo pierde. Los diputados del SPD y de Los Verdes, que tienen la mayoría en el Parlamento, tendrían que votar contra Schröder.

Este mecanismo ha sido utilizado dos veces: en 1982, cuando el canciller Helmut Schmidt fue desplazado por Helmut Kohl, y tras la reunificación, para adelantar las elecciones tras la caída del muro de Berlín. En ambas ocasiones se generó un amplio debate constitucional, ya que se supone que se trata de una herramienta para superar crisis internas de Gobierno. No son pocos los constitucionalistas que interpretan como una "manipulación" de la ley fundamental cualquier uso distinto.

La derrota del SPD en Renania del Norte-Westfalia y la pérdida de votos de Los Verdes ha hecho desaparecer del mapa de los estados federados a la coalición rojiverde. El canciller, que ha ido perdiendo una elección tras otra, ha quedado sin capacidad de maniobra, puesto que más de los dos tercios del Bundesrat --la Cámara de los Estados, que debe aprobar las leyes principales-- se quedó con la oposición.