El canciller alemán, Gerhard Schröder, anunció ayer su dimisión como presidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), en medio de una crisis interna de la principal formación del país, provocada por las reformas económicas y sociales puestas en marcha desde el Gobierno para modernizar la economía.

Los ajustes, que entierran el Estado del bienestar y con él una amplia red de servicios sociales que el país no está en condiciones de financiar, han provocado una caída de la popularidad de los socialdemócratas, que pierden una elección tras otra. Mientras, la oposición se prepara para recuperar el Gobierno.

Schröder ha tenido que soportar en las últimas semanas una crítica radical de la base socialdemócrata, para la que los cambios se hacen a costa de los sectores más modestos del país. Pero el canciller no está dispuesto a dar su brazo a torcer y, tras abandonar el liderazgo del partido, afirmó que continuará al frente del Gobierno. "El proceso de reformas que hemos puesto en marcha exige una división del trabajo y yo me voy a concentrar en mi tarea de jefe de Gobierno", explicó Schröder. Su dimisión, dos meses después de ser reelegido presidente del SPD en el reciente congreso federal celebrado en Bochum, deberá materializarse en un congreso extraordinario del partido que se celebrará a fines de marzo.

DECISION Schröder anunció que hoy informará de su decisión a la dirección de SPD y que propondrá para el cargo al presidente del grupo parlamentario socialdemócrata, Franz Müntefering. "Vamos a trabajar juntos, cada uno en su lugar", dijo Schröder, que desempeña ambos cargos desde 1999.

El canciller explicó que la cesión de la presidencia del SPD a un hombre de su plena confianza facilitará el proceso de reformas. Müntefering, secretario general del SPD y ministro de Transportes de Schröder durante su primera legislatura, goza de un gran apoyo en el partido.

"Hay que terminar con las criticas internas y tenemos que luchar de forma conjunta. El grupo parlamentario y el partido tienen que apoyar al Gobierno. El SPD tiene que recuperar, paso a paso, la confianza de los electores", afirmó ayer Müntefering.

RECUPERAR LA UNIDAD Su principal tarea será unir al SPD y acallar las voces de diputados que, durante las últimas semanas, exigían a Schröder que frenará el ritmo de las reformas sociales, para evitar un mayor descalabro en las encuestas, en un año en el que están previstas 14 convocatorias electorales en diversos estados federales. En los últimos dos días, algunos líderes regionales propusieron incluso una remodelación del Gobierno, iniciativa a la que el canciller no hizo ninguna referencia ayer, lo que es interpretado como una posibilidad de que se preparen cambios en el Gabinete.

Además de la renuncia de Schröder, también se dio a conocer la dimisión del secretario general del SPD, Olaf Scholz, por lo que el próximo congreso del SPD deberá renovar a los principales dirigentes del partido.