El canciller alemán, el socialdemócrata Gerhard Schröder, se alejó ayer de Los Verdes, socios en el Ejecutivo, y se negó a confirmar que mantendrá la coalición con ellos, que gobierna desde hace más de 6 años Alemania. "Cada uno buscará el mayor número posible de votos frente a cualquier competidor", dijo, en referencia a las elecciones anticipadas, previstas para septiembre.

El distanciamiento de Los Verdes fue secundado por otros altos dirigentes del Partido Socialdemócrata (SPD), lo que desató una gran discusión sobre una supuesta estrategia de los socialdemócratas para establecer una gran coalición con los conservadores cristianos de la CDU/CSU.

Antes de las generales de 1998, Schröder dijo que no descartaba una coalición con los democristianos, pero el resultado electoral facilitó la alianza con Los Verdes, a iniciativa del entonces presidente del SPD, Oskar Lafontaine.

"El SPD tiene que luchar por transmitir el mensaje socialdemócrata", declaró ayer Susane Kasten, vicepresidenta socialdemócrata del Parlamento federal (Bundestag). Kasten destacó la necesidad de convertir la elección en una oportunidad para establecer condiciones políticas que ayuden a solucionar los principales problemas. "No podemos descartar una gran coalición con la CDU/CSU", dijo.

DOCUMENTO DE RECHAZO En el mismo sentido, diputados socialdemócratas del Bundestag del estado de Renania del Norte-Westfalia redactaron un documento en el que rechazan actuar conjuntamente con Los Verdes en la campaña electoral y proponen que el SPD eleve su perfil. En el texto se resalta que "el SPD tiene que anteponer su política propia en la campaña electoral". "En la actual situación no podemos descartar ninguna opción de alianza con otras fuerzas democráticas", afirman.

Por su parte, el jefe de los diputados de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), Michael Glos, sorprendió cuando dijo en la radio: "No descarto una gran coalición con el SPD". No obstante, puntualizó que la alianza tenía que concretarse "bajo la dirección de la CDU/CSU".

En el debate también entraron los altos representantes de la industria alemana, que rechazan una posible alianza del SPD con los conservadores cristianos. El gerente general de la Cámara de la Industria y el Comercio (DIHK), Martin Wansleben, afirmó que se oponía a una gran coalición, porque "lo que necesita" Alemania "es una mayoría clara y un concepto claro", aseguró.

NUEVA ALIANZA La polvareda levantada por la posibilidad de la gran coalición tras las elecciones anticipadas sólo fue aplacada por la salida de Lafontaine del SPD, tras 39 años de militancia. El expresidente del partido y exministro de Finanzas del primer Gobierno de Schröder encabezará una nueva alianza de la izquierda, e intentará unir a los militantes del SPD en contra de las reformas del canciller, y a los poscomunistas del Partido del Socialismo Democrático (PDS).