Los electores del primer distrito electoral de la ciudad de Dresde, en el este de Alemania, concurren hoy a las urnas, convencidos de que su voto pondrá fin al duelo entre el canciller alemán, el socialdemócrata Gerhard Schröder, y su rival política y aspirante a la jefatura del Gobierno, la cristianodemócrata Angela Merkel. El distrito abarca el casco viejo y el centro de la capital del land de Baja Sajonia, donde 219.000 electores no pudieron votar el 18 de septiembre tras el aplazamiento decretado por la muerte de una candidata.

Pero los expertos afirman que los resultados no alterarán la diferencia de escaños entre los socialdemócratas (SPD) y los conservadores (CDU/CSU) en el Parlamento federal, 222 y 225, respectivamente, pero el partido que resulte vencedor se quedará en una mejor posición para negociar el puesto de canciller que Schröder y Merkel reclaman.

CANDIDATA CONFIADA Marlis Volkmer, la candidata del SPD en Dresde, considera que el tema está resuelto. El SPD "obtendrá una victoria que nos hará felices a todos", asegura. El candidato de la CDU, Andreas Lämmel, afirma: "Si la CDU gana un diputado, le habremos ganado el pulso a Schröder". "Si los socialdemócratas logran aquí una victoria, serán más agresivos en las negociaciones para establecer una gran coalición", añade. A pesar de que hoy están en juego sólo un par de escaños, el triunfo de socialdemócratas o conservadores será simbólico.

Los candidatos están pensando en la constelación política que se debe definir en Berlín después de estos comicios. Lo mismo hacen los electores de la ciudad de Dresde, conocida como la Florencia del Elba, por la belleza arquitectónica que se levanta junto al río. Schröder y Merkel pidieron en la ciudad apoyo para sus respectivos partidos. El canciller solicitó un voto ofensivo para "impedir el desmantelamiento del Estado social".

Según Schröder, el SPD es el partido que ha conseguido más votos en las elecciones de septiembre y el que ha tenido la valentía de hacer las reformas que necesita Alemania. Por eso, el canciller llamó a hacer "un último esfuerzo para impedir el ascenso de aquellos que en los años 90 fallaron en la misión de reformar" el país.

ATAQUES DEL CSU Merkel, convencida de que su partido ganará las elecciones de hoy, aseguró que "el canciller acabará aceptando su derrota". La dirigente conservadora, que reclama el triunfo electoral de septiembre, recibe toda suerte de ataques de sus compañeros de ruta, los ultraconservadores bávaros de la Unión Socialcristiana (CSU).