Dos civiles norteamericanos, un británico y un chófer sirio son las últimas víctimas de la ola de secuestros de ciudadanos extranjeros en Irak. Un grupo de hombres armados irrumpió ayer, a primera hora de la mañana, en su vivienda en Bagdad y, sin disparar ni un solo tiro, obligó a los dos estadounidenses y al británico a entrar en un minibús, que se dio a la fuga. En Kirkuk, el chófer de un camión sirio fue secuestrado a punta de pistola. Más tarde, en Samarra fue encontrado un cadáver que podría ser de un rehén occidental o turco, según la policía.

Todo empezó justo después del amanecer cuando, al parecer, los tres occidentales se encontraban en el jardín de la casa, situada en el distrito residencial de Mansur. En ese momento, unos diez hombres enmascarados entraron en la residencia. Algunos vecinos dijeron que en la vivienda había normalmente dos guardianes iraquís armados, uno de noche y otro de día, pero que, en aquel momento, no había nadie vigilando.

EMPRESA DE LOS EMIRATOS La Embajada de EEUU en Bagdad confirmó el secuestro de los ciudadanos norteamericanos Jack Hensley y Eugene Jack Armstrong, ambos empleados de la Gulf Services Company, una empresa con sede en los Emiratos Arabes Unidos que había ganado algunos contratos de construcción en Irak. Anoche, el Reino Unido no había facilitado el nombre del contratista británico, a la espera de poder informar antes a la familia.

El distrito de Mansur alberga varias embajadas y las sedes de numerosas compañías extranjeras. También alberga las residencias de algunos responsables políticos iraquís. Por ello, se considera un barrio protegido.

El secuestro de ayer se asemeja en su ejecución al que padecieron las jóvenes cooperantes italianas Simona Pari y Simona Torreta junto a dos iraquís, el pasado 7 de septiembre, también en Bagdad. En este caso, los asaltantes también irrumpieron en una casa, la sede de la ONG.

Sin embargo, los franceses Christian Chesnot y Georges Malbrunot fueron secuestrados el pasado 20 de agosto mientras se dirigían a Faluya. Ayer, el grupo armado que retiene a los dos periodistas, denominado Ejército Islámico en Irak, publicó un texto en internet en el que afirma que los juzgará en "los próximos días", según informó la emisora de radio francesa Europa 1 .

Irak volvió ayer a ser escenario de actos de violencia. Tres marines norteamericanos murieron en un ataque en el triángulo suní. Dos explosiones distintas, en el centro y el sur de Bagdad, acabaron con la vida de dos personas e hirieron a otras 16.

En el plano político, las declaraciones de Kofi Annan a la BBC del pasado miércoles provocaron ayer un alud de protestas en EEUU y entre sus aliados en la guerra de Irak. Gran Bretaña, Polonia, Australia, Japón y Bulgaria rechazaron tajantemente las afirmaciones del secretario general de la ONU en las que reiteró que la invasión de Irak fue "ilegal" al no estar "en conformidad con la Carta de la ONU".

El presidente de EEUU recordó que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó en noviembre del 2002 una resolución en la que decía a Bagdad que su actitud de no colaborar en las inspecciones de la ONU tendría "serias consecuencias". Para Bush y sus aliados, esta resolución fue suficiente para iniciar la guerra.