La Liga Musulmana de Pakistán-N, que dirige el exprimer ministro Nawaz Sharif, se retiró ayer de la coalición de Gobierno y pasó a la oposición, agravando la crisis política en el país.

Sharif había amenazado con romper con sus socios del Partido Popular de Pakistán (PPP), la formación de la exprimera ministra asesinada, Benazir Bhutto, si la coalición no llegaba inmediatamente a un acuerdo para reinstaurar en sus puestos a todos los jueces destituidos por el expresidente Pervez Musharraf, que dimitió de su cargo el pasado día 18 de este mes.

La Liga nominó ayer a su propio candidato para la presidencia, precisamente un expresidente del Tribunal Supremo, Saiduzaman Siddiqui. Esa fue la respuesta de Sharif a la decisión del PPP de presentar la candidatura de Asif Alí Zardari, el viudo de Benazir Bhutto.