La calma y la serenidad a las que ayer exhortaba el secretario general de la ONU, Kofi Annan, brillaron por su ausencia en otro día de protesta en los países musulmanes contra la publicación de las viñetas de Mahoma. Seis muertos --cuatro en Afganistán, uno en Somalia y otro, herido el domingo en Beirut-- evidenciaron una grave crisis mundial. Frente a las acusaciones musulmanas de que Occidente se hunde en la islamofobia, la UE pidió calma e iniciativas diplomáticas.