La vida de 26 pueblos de la región de los Abruzos y de L´Aquila, su capital, se paró a las 3,32 de la madrugada del lunes, a causa de un seísmo de 6,3 grados en la escala de Richter que ha causado 150 muertos y 1.500 heridos, según el recuento de anoche. De 10.000 a 15.000 casas y edificios resultaron dañados o derruidos.

Las 70.000 personas que tuvieron que abandonar sus hogares pasaron la noche en cinco campamentos de Protección Civil, instalados en campos de fútbol y descampados de L´Aquila. Durante la noche las temperaturas descendieron, bajo cero, a causa de las nieves perennes de los Apeninos, y una lluvia incesante hizo más difícil la labor de asistencia y de rescate de los supervivientes y de los cadáveres, que estaban debajo de los escombros.

El centro histórico de L´Aquila, una ciudad de 83.000 habitantes, se asemejaba ayer a un plató de cine sin actores, en cuyas calles vagabundeaban, entre paredes caídas y escombros, más de 5.000 gatos y perros que habían perdido a sus dueños.

El hospital ciudadano tuvo que ser desalojado y también la residencia para ancianos. De la casa del estudiante, donde se albergan una parte de los 23.000 universitarios de L´Aquila, sacaron ayer noche a varios de ellos aún con vida, alguno de los cuales se salvó gracias al móvil con el que guió a los socorristas hasta el lugar donde se encontraba.

Diez horas después del seísmo, en San Gregorio hallaron viva a una niña de dos años, gracias a su madre que antes de morir la protegió con su cuerpo a modo de escudo.

FALTA DE PREVISION Durante el día se produjeron muchas polémicas sobre la asistencia y la falta de previsión del seísmo, que llevaba tres meses anunciándose en toda la región con temblores de magnitud entre 2 y 4 grados. Massimo Cialente, alcalde de L´Aquila, ha criticado a los expertos por no haber previsto el terremoto. "Los terremotos no pueden preverse", subrayó el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. Mientras daba una rueda de prensa en el lugar de la tragedia, en la que aseguró que "no se abandonará a nadie", la tierra empezó a temblar.

El sistema de emergencia de Protección Civil se puso en marcha a primeras horas de la madrugada de ayer, pero solo al comienzo de la tarde el despliegue fue casi completo.